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Aterosclerosis obliterante de grado IV: aplicación de células madre autólogas

La aterosclerosis es la forma más común de enfermedad oclusiva arterial en adultos.  Alrededor del 15% de los adultos mayores de 55 años sufren isquemia crítica, la forma más grave de esta enfermedad.

Debido al progresivo envejecimiento de la población y al creciente número de personas de la tercera edad, se han realizado diversos estudios para mejorar el pronóstico de la aterosclerosis obliterante y encontrar alternativas a la mutilación de las extremidades. Como norma general, la isquemia crónica de las extremidades inferiores debe tratarse para aliviar los síntomas, sobre todo el dolor, evitar la progresión de la enfermedad y reducir la tasa de amputaciones. En la mayoría de los pacientes con isquemia crítica, el objetivo principal es preservar la extremidad afectada.

El desarrollo de la medicina regenerativa está estrechamente ligado al desarrollo de nuevos conocimientos sobre las células madre embrionarias y adultas, así como al potencial regenerativo y terapéutico de la terapia con células madre. El uso de células madre adultas en el tratamiento de enfermedades arteriales periféricas se ha demostrado como agente terapéutico para inducir la angiogénesis. Estudios preclínicos recientes, así como los estudios clínicos pioneros, indican que las células mononucleares derivadas de la médula ósea (CMMO) pueden mejorar la vascularización tisular en extremidades isquémicas, con resultados similares a los obtenidos con el aporte de células madre de sangre periférica.

Cuba presentó los primeros estudios realizados en 2004 en el Instituto de Hematología del hospital «Enrique Cabrera» de Ciudad de La Habana, que lograron resultados clínicos alentadores y tuvieron muy pocos efectos adversos en los últimos años.

También en Pinar del Río se observó en 2005 un aumento progresivo de la experiencia acumulada con células madre, al realizarse los primeros 10 casos. La creciente facilidad de obtención de este tipo de células ha hecho que las investigaciones y aplicaciones con ellas avancen rápidamente con grandes expectativas en cuanto a su aplicación clínica.

Un estudio publicado por Dia-Díaz, et al. en la Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río examinó a 296 pacientes con aterosclerosis obliterante de grado IV entre 2009 y 2019. Durante el estudio, se inyectaron por vía intramuscular células madre autólogas procedentes de sangre periférica. En cuatro semanas se observó un alivio del dolor, así como un aumento de la distancia de claudicación sin dolor. La angiografía realizada tras el tratamiento reveló la formación de vasos colaterales. La extremidad se salvó en 201 pacientes (68%), mientras que 95 casos (32%) presentaban criterios de amputación. No se notificaron complicaciones tras el procedimiento.

El estudio demostró la eficacia de la implantación de células madre autólogas obtenidas de sangre periférica, así como la evolución favorable de los pacientes, la mejoría clínica del dolor en reposo, la distancia caminada sin claudicación y el índice de presión tobillo-brazo.

Todavía tenemos que explorar mucho terreno, en lo que se refiere a estas y otras afecciones. Puede obtener más información sobre medicina regenerativa y células madre inscribiéndose en nuestro programa de certificación internacional en https://cursocelulasmadre.com/cursos-de-certificacion/cursos-presenciales/

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